Carmelitas
Descalzas, Visitandinas, Clarisas, Concepcionistas, Dominicas. Unidad en la
diversidad. Hábitos de distintas formas y colores. Caras alegres de mujeres
agradecidas que saben que con su oración mueven el corazón de la Iglesia. La
jornada alterna del congreso, dedicada a la vida religiosa contemplativa, dio
inicio ayer al evento que hoy reúne a más de mil personas. La actividad se
llevó a cabo en La Soledad, en el Colegio Santa Clara, de las Hermanas del Niño
Jesús Pobre.
Un
antecedente. Al enterarse de que, con ocasión del congreso, vendría Mons. Joao
Braz de Avis, las Carmelitas Descalzas de Usaquén manifestaron su deseo de
encontrarse con el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y
las Sociedades de Vida Apostólica. La motivación siguió creciendo y
dio pie para que se pensara en ampliar la invitación para que la reunión no
involucrara solo a una congregación sino a varias, que pudieran enriquecerse y
enriquecer un desarrollo alternativo del congreso, que incluyó la presentación
de ponencias claves.
Hace
meses que la Hna. Magdalena Gaitán, secretaria adjunta de la CLAR, se puso en la
tarea de solicitar la autorización necesaria de parte de los obispos de
diferentes jurisdicciones para que la actividad pudiese llevarse a cabo.
Igualmente visitó diferentes monasterios. La respuesta fue extraordinaria. Hubo
religiosas que para llegar puntuales salieron de sus casas antes de las 4 de la
mañana. El caso de quienes provenían de Puente Nacional, Santander. Otras
vinieron de Antioquia, Boyacá y de diversas partes de Cundinamarca.
Sororidad
y estudio. Los momentos de compartir durante la jornada se vieron enriquecidos
por los aportes de los ponentes: Mons. Pierre Jubinville, obispo de San Pedro,
Paraguay; Mercedes Casas, Presidente de la CLAR; Víctor Codina, teólogo jesuita
y el cardenal prefecto. La eucaristía presidida por este último: de gran
significado, expresión de comunión con toda la Iglesia.
La
Madre Lucila de la Cruz, superiora de las carmelitas Descalzas de Usaquén: “Muy
emocionadas con esta oportunidad que da la Iglesia, al ser el año de la vida
consagrada. Este espacio concreto de encuentro entre nosotras, religiosas
contemplativas, no es frecuente y por consiguiente es para nosotras una gran
novedad; nos hace sentir la familiaridad de pertenecer a este gremio”.
La
Hermana Socorro, de otra de las congregaciones convocadas: “Muy agradecida con
todo el equipo de la CLAR, organizador de todo el congreso; lo que hace que yo
estoy en la vida contemplativa es la primer vez que desde la CLAR se hace un
evento especial para nosotras; la impresión que esto me ha dado es maravillosa;
de agradecerle al señor por intermedio de esta institución de la vida religiosa
en américa latina”.
Miguel
Estupiñán
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